Blanca Varela: "Un signo, un conjuro frente, contra y hacia el mundo, una piedra negra tatuada por el fuego y la sal, el tiempo, la soledad".



Palabra para un canto

“Yace aquí,
entre tumbas sin nombre,
escrito en el harapo deslumbrante,
roja estrella en el fondo del cántaro.
Por el mismo camino del árbol y la nube,
ambulando en el círculo roído por la luz y el tiempo.
¿De qué perdida claridad venimos?”.


CANTO VILLANO

y de pronto la vida
en mi plato de pobre
un magro trozo de celeste cerdo
aquí en mi plato
observarme
observarte
o matar una mosca sin malicia
aniquilar la luz
o hacerla
hacerla
como quien abre los ojos y elige
un cielo rebosante
en el plato vacío
rubens cebollas lágrimas
más rubens más cebollas
más lágrimas
tantas historias
negros indigeribles milagros
y la estrella de oriente
emparedada
y el hueso del amor
tan roído y tan duro
brillando en otro plato
este hambre propio
existe
es la gana del alma
que es el cuerpo
es la rosa de grasa
que envejece
en su cielo de carne
mea culpa ojo turbio
mea culpa negro bocado
mea culpa divina náusea
no hay otro aquí
en este plato vacío
sino yo
devorando mis ojos
y los tuyos


Juego amoroso


Las manos a la altura del aire
a dos o tres centímetros del vacío
no se mirará nada preciso
la polvareda que pasa
el inesperado cortejo de plumas
arrancadas al vuelo
la nubecilla rosada y tonta
que ya no es
el cierraojos y el ábrelos
en la breve opacidad
de una luz que no se ve
y el sueño pies de goma
y azules y brillantes
las estrellas
rientes
párpado sobre párpado
labio contra labio
piel demorada sobre otra
llagada y reluciente
hogueras
eso haremos a solas.

Blanca Varela (1926-2009)

Blanca Varela nació en Perú en 1926 y es una de las poetas mayores de la lengua castellana, de la segunda mitad del siglo pasado. Se la ha relacionado con el surrealismo y con el existencialismo de Sartre. Su poesía es visceral, ascética, despojada de adjetivos. Cada palabra cruza en nuestro intelecto como un rayo que nos traspasa, nos arroja un carbón encendido que se hace llama en nuestra alma.
Su primer libro, “Ese puerto existe” fue antologado por Octavio Paz quien dijera de ella: …“Blanca Varela es una poetisa que no se complace en sus hallazgos ni se embriaga con su canto. Con el instinto del verdadero poeta sabe callarse a tiempo. Su poesía no explica ni razona. Tampoco es una confidencia. Es un signo, un conjuro frente, contra y hacia el mundo, una piedra negra tatuada por el fuego y la sal, el tiempo, la soledad. Y, también, una exploración de la propia conciencia”
Su poética es abrasiva, sin concesiones, con constantes referencias al mundo visual.

Obra: Luz del día (1963), Valses y otras falsas confesiones (1972), Canto villano (1978), Camino a Babel (1986), Ejercicios materiales (1993), El libro de barro (1993), Poesía escogida (1993) y Del orden de las cosas (1993). Bajo el título Canto villano (1986) recopiló su obra poética desde 1949 a 1983. Sus más recientes títulos son Concierto animal (1999) y la antología Donde todo termina abre las alas: poesía reunida 1949-2000 (2001) componen el resto de su obra.

En circunstancia de la entrega del Premio Sofía de Poesía Iberoamericana, Antonio Gamoneda expresó: “lo que muestra Varela es un brote existencial que se produce a través de un lenguaje impredecible. Dicho de otra manera, su poesía es muy distinta a la que en España en estos momentos es hegemónica, la que utiliza un lenguaje normalizado y realista, que no hace avanzar la tradición
Obtuvo el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo en el año 2001, el Premio Ciudad de Granada 2006, el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca (primera mujer en obtener tal distinción) y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2007.
Sus obras han sido traducidas al alemán, francés, inglés, italiano, portugués y ruso e innumerables estudios se han realizado sobre su obra y seguirán haciéndose, llevando la poesía de Blanca Varela al lugar de privilegio que le corresponde dentro de la literatura universal.